Ni siquiera sé si está segura de lo que quiere. ¿Qué hará? ¿Se alejará? No, no podía hacerlo. Yo no lo soportaría. Volvería una y otra vez a su lado. A contemplarla de lejos. Probablemente mi vida era mejor de lo que nunca lo había sido desde que ella apareció. Sólo esta vez me alegraba de haber empezado de nuevo, porque esta vez, - o al menos eso esperaba.- esto, en un futuro, serían recuerdos de la felicidad.
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